28 marzo 2009

EL MIEDO A PERDER


Cuando alguien quiere aprovechar la debilidad de otro procura lesionarle y resquebrajar sus defensas. Actualmente, los medios de comunicación que siguen los dictados de sus influyentes patrocinadores, procuran alarmar con sus informaciones a los ciudadanos. Una mala noticia vende más que una buena.

Está ocurriendo desde mediados de 2008. El pánico que se desató entre los inversores y ahorradores se fue contagiando entre millones de ciudadanos de todo el mundo. Algunos agoreros (pájaros de mal agüero) indican y profetizan que el sistema capitalista caerá como un castillo de naipes. Que los bancos han creado tanto dinero ficticio que ahora nuestros ahorros no están seguros en poder de la banca. Sin embargo, los Estados han tenido que tranquilizar a los ahorradores. Los gobiernos han respaldado y garantizado el ahorro depositado en las entidades financieras. Es decir, los Estados procuran transmitir calma. En cambio, medios informativos se lanzan a desacreditar, incluso dando nombres de entidades financieras y apuntando, concretamente, al sector de Cajas de Ahorros. Hablan de un modelo de gestión pública en la finanzas para salir de la crisis y no se valora adecuadamente el papel que desempeña el sector de las cajas, que sirve de equilibrio y contrapeso al sector de los grandes bancos.

Parece que se quiere debilitar y dañar a unas entidades para que otras se aprovechen. No se contempla el daño que se hace entre los ahorradores. La intranquilidad que se transmite para que los grandes bancos se aprovechen del miedo de los ahorradores. Si ahora hay periodistas tan listos, tan proféticos advirtiendo del peligro que tienen algunas Cajas de Ahorros, ¿dónde estabán para no advertirnos de las estafas de empresas que especulaban con valores filátelicos?, ¿dónde estaban esos medios de comunicación que no detectaban el mayor fraude de la historia, cometido durante tantos años, por Bernard Madoff?

 L a historia de amor de Benlliure en Ciudad Rodrigo. A los pies de Ciudad Rodrigo fluye el río Águeda. Su imponente parador, antigua fortal...