29 abril 2025

 

El gran apagón.

A las 12,32, del lunes 28 de abril, la incomunicación se extendió por todo el país. Los teléfonos dejaron de funcionar ante la falta de suministro eléctrico. Causas desconocidas sobre el insólito colapso atenazaron a millones de personas. Atrapadas en vagones de trenes y en ascensores desconocían cuando iban a ser rescatadas. Un escueto comunicado del presidente del gobierno, cinco horas y media después, no aclaró qué fue lo que provocó el gran incidente eléctrico. Tras escuchar a Sánchez comprendí que nos quedamos a dos velas. Pude informarme de la situación apocalíptica gracias a un viejo transistor que conseguí alimentar con unas pilas, y supe que  algunas zonas del norte empezaban a recuperar el servicio de electricidad  y con ello la esperanza avanzaba entre la angustia y la desesperación de miles de personas que no podían regresar a su hogar.

Al anochecer, alguna emisora de radio aventuraba como una posible causa del gran apagón un fenómeno conocido como "vibración atmosférica inducida". Tampoco descartaban que se debiese a un sabotaje como  un ciberataque. Creo que todo se debe a que hemos sido desconectados de Francia. Ese cordón umbilical energético ha sido seccionado. No sé por quién. No sé a causa de qué.

 

Ahora, a las 9 de la noche, ya es patente: Sin energía somos pobres. Carecemos de ese bienestar del que alardeamos. Sí damos al interruptor y no se enciende la luz nos invade el caos. Creo que vamos a buscar unas velas para no quedarnos a oscuras. Una noche "candlelight" se avecina y un toque romántico  nos ilumina.  También se atisba que en otros lugares se va haciendo la luz. 

Pasadas las 11 de la noche el presidente sigue sin saber las causas del apagón. Dice que en cinco segundos se produjo una desaparición de 15 Gigawatios, el 60% de la demanda del país.

Triste explicación para una noche tan oscura. Eso sí, sin contaminación lumínica.

Pasada la medianoche se hizo la luz. Apaga y vámonos.

Siempre amanece...


22 junio 2024

 El bolardo diabólico

A esa hora se debería impedir el tráfico hacia el centro de la población. El bolardo diabólico emergió, como estaba programado, a las ocho de la tarde, y perforó al tractor que circulaba en ese preciso momento hacia la plaza Mayor. Las tripas del vehículo emitieron un quejido herrumbroso y esparcieron un torrente aceitoso durante cientos de metros. Los curiosos transeúntes, alarmados por el estruendo, se congregaron alrededor del lugar del accidente. Los murmullos y especulaciones llenaban el aire mientras intentaban entender qué había salido mal. "El semáforo no estaba coordinado con el bolardo y los sensores fallaron," decía uno, señalando al bolardo ahora teñido de aceite y metal. "No detectaron el tractor a tiempo, estos sistemas automáticos son una ruina'", opinaba otro. "Un ser humano nunca habría dejado que esto pasara." El caso abrió un debate acalorado en el ayuntamiento, donde los funcionarios y ciudadanos discutían sobre la fiabilidad de los mecanismos automáticos. El alcalde, visiblemente consternado, convocó una reunión de emergencia para revisar los protocolos de seguridad. "Esto no puede volver a suceder", afirmó con firmeza. 

¿Es más seguro confiar en una máquina o en un operador humano? El daño pudo evitarse con un manejo manual. Los expertos en inteligencia artificial defendieron la tecnología, argumentando que los sistemas se diseñaban para reducir errores humanos. Sin embargo, los opositores sostenían que la falta de supervisión humana directa había llevado a este desastre. Mientras tanto, en la plaza, el tractor permanecía como un recordatorio silencioso del fallo tecnológico. Los niños, ajenos a la seriedad del debate, jugaban alrededor del vehículo inerte, sus risas contrastaban con la atmósfera tensa de los adultos. Al final, la comunidad decidió implementar un sistema híbrido, donde la tecnología sería supervisada constantemente por operadores humanos.

13 diciembre 2022

 La historia de amor de Benlliure en Ciudad Rodrigo.

A los pies de Ciudad Rodrigo fluye el río Águeda. Su imponente parador, antigua fortaleza de Enrique II de Trastámara, permite contemplar atardeceres bellísimos. Sitiada y saqueada por los franceses en 1810, supuso un duro contratiempo para el ejercito napoleónico en su avance hacia Portugal.
Dando un salto en el tiempo, hasta 1920, podemos conocer que Mariano Benlliure viajó a Ciudad Rodrigo para trabajar en la capilla de Cerralbo, una joya de estilo herreriano que se construyó en el siglo XVI. Benlliure ya tenía más de 60 años. Su carrera le había llevado desde su Valencia natal a París, Roma y Madrid, donde se había establecido en 1887. Allí alcanzaría la fama tras conseguir diversos premios nacionales y la Medalla de Honor de Escultura en la Exposición Universal de París de 1900. Hitos que le proporcionaron encargos como la estatua ecuestre de Alfonso XII, ubicada en el parque del Retiro, las de Goya y Velázquez en los exteriores del Museo del Prado o la Álvaro de Bazán en la plaza de la Villa de Madrid. Otras obras magistrales suyas con el monumento a Agustina de Aragón en Zaragoza, el del Marqués de Larios en Málaga y el mausoleo del torero Joselito en Sevilla. En la calle de Alcalá, en su cruce con Gran Vía, en lo alto del edificio Metrópolis hay diversas esculturas junto a su cúpula de pizarra con incrustaciones doradas; justo encima del cartel que le da nombre se encuentra el conjunto escultórico La protección contra el fuego y la ayuda al mundo laboral, una alegoría obra de Benlliure. Muy cerca del Retiro, en el poco conocido Panteón de los Hombres Ilustres, junto a la basílica de Atocha, se encuentran los mausoleos a José Canalejas, Eduardo Dato y Mateo Sagasta, un auténtico museo de escultura.
Casado con la cantante de ópera Lucrecia López de Arana y padre de un hijo, su estancia en la localidad salmantina le llevaría a entablar una estrecha amistad con Juan Nogales Delicado, personaje polifacético y aficionado a la pintura, la literatura, los idiomas o los viajes, que llegaría a ser alcalde. Junto a él, Benlliure pasó largas temporadas en su finca de Hurtada, situada en villar de Argañán, término perteneciente al partido judicial de Ciudad Rodrigo, lugar donde el artista dejó para la posteridad dos bustos de piedra dedicados a los Reyes Católicos (uno robado hace unos años). Si bien su aportación más popular es el llamador en forma de mano que cuelga en la puerta de del domicilio que Nogales poseía en la calle Juan Arias, frente al portentoso palacio de los Águila, Una bellísima pieza de orfebrería que los lugareños relacionan con la esposa de Nogales, Carmen de Quevedo Pesanha, quien habría mantenido una relación secreta con el escultor mientras este realizaba la imagen de la Virgen de la Soledad que hoy puede admirarse en la catedral de Salamanca. Hay quien dice que, ante la imposibilidad de acariciar la mano de su amante, Benlliure habría creado aquella aldaba para inmortalizar su pasión. Sea o no cierta esta historia, tras las muertes de sus respectivas parejas, Mariano y Carmen hicieron pública su relación, confirmando ese refrán que dice “cuando el rio suena, agua lleva”. Actualmente, la popular casa del llamador lleva el nombre de Escuela Hogar Los Sitios, y es un internado que acoge a alumnos sin recursos.






15 junio 2020

"What´s going on"


Érase una vez, un 15 de mayo de 1969, un mitin protesta contra la guerra originó graves disturbios y el gobernador de California Reagan ordenó a la policía y a la Guardia Nacional que dispersaran a la multitud.
La represión de los antidisturbios fue despiadada; insignias ocultas, bayonetas fijadas, rifles. Hubo muchas heridos y un muerto. El incidente se conoció como Jueves Sangriento.
Por aquel entonces, los Four Tops, eran uno de los grupos más famosos de Motown y se hallaban de gira por la costa oeste. Se vieron inmersos en un atasco debido a las protestas. Benson, el cantante del grupo
presenciaba aquella pesadilla, aquella escalada de violencia en contra de la guerra de Vietnam y se preguntó: "¿Qué está pasando?". Fue una época de graves altercados y asesinatos.
Cuando regresaron a Detroit, su ciudad natal, Benson y otro músico de Motown, Al Cleveland, decidieron componer esta canción. Sin embargo, los Four Tops, no querían interpretar una canción protesta como "What´s going on".

Así pues, se la ofrecieron a Marvin Gaye. Marvin, sufrió en su infancia y adolescencia malos tratos por su padre. Su carácter irascible se mezclaba con su sensibilidad y era otro de los iconos de Motown. En principio, rechazó
la canción. Benson insistió y le ofreció parte de los derechos musicales. A partir de ahí, cambió parte de la letra, inspirándose en los tortuosos recuerdos de su hermano Frankie, que combatió en Vietnam. El dolor y las lágrimas quedaron se grabaron en la canción. Se transformó en un lamento. En lugar de ira, expresó angustia, acentuada por la voz de Gaye. Directivos de la discográfica le advirtieron que la canción sería su suicidio profesional, que no lanzase el disco. Pero dijo que no grabaría nada más si no le producían. Finalmente, el disco salió y arrasó. El álbum What's Going On, uno de los más grandes en la historia del pop.
Frankie sobrevivió a la guerra de Vietnam. Marvin Gaye fue asesinado a tiros por su padre en 1984.
Por cierto, forma parte de la banda sonora de la película estrenada este fin de semana en Netflix, "Da 5 Bloods", de Spike Lee sobre unos veteranos de Vietnam que vuelven a recuperar un tesoro... pero esa es otra historia.

30 marzo 2020

Cuento en honor a Benedetti.


Cuento.                      EL  HOMENAJE  


“El amor es una palabra, un pedacito de utopía”, era la frase que acaba de aparecer en su whatsapp, Miró en el chat quién lo enviaba, pero solo aparecía una foto de una playa y el nombre de Mario.

A primera vista, no recordaba a nadie con ese nombre. Revisó su lista de contactos, mientras intentaba recordar si pudiese tratarse de un algún antiguo compañero del colegio. Temía que fuese una broma o incluso un posible intento de fraude, que se  ejecutase al responder. Inmediatamente pensó que una búsqueda en internet, con esa frase, tal vez, le proporcionaría alguna pista. Los resultados,  que aparecían como un reflejo instintivo, arrojaban Mario Benedetti. Y claro,  al abrir el enlace divulgativo sobre el escritor uruguayo, supo de su inmensa capacidad poética, así como, de su magia para narrar cuentos.

En ese instante, su teléfono comenzó a vibrar. La llamada era de su amiga Raquel.
-         Hola, lucecita, dijo,  y  continuó con su habitual simpatía.  ¿Qué te parece si el “finde” nos vamos a la playa? Son dos horas de viaje, nada más.  
-         Ah, me parece genial. Me apetece. ¿Se apunta alguien más? Creo que  Daniel también está deseando. además, le encanta conducir.
-         Sí, ya se lo he dicho, y por supuesto, que nos lleva a ti, a mí y a Gloría, que es quien ha tenido la idea. Ya sabes que sus padres tienen un apartamento en Tossa y nos invita.
-         Estupendo, pues nada, nos vamos a disfrutar de la playa… Oye, Raquel, por cierto: ¿recuerdas algún chico del cole que se llamase Mario?
-         Uhm, creo que no, ¿qué pasa?
-         Nada, es que he recibido un mensaje de un tal Mario. Debe ser una equivocación o un enlace para que pinche y se llene de virus el móvil.
-         Ya, y el mensaje, ¿qué dice?
-         Pues algo sobre que el amor es una utopía. Lo he buscado en internet y es una frase de un poema de Mario Benedetti.
-         ¿Cooomoooo? ¡Toooma yaa! Pero eso es muy fuerte. Eso es un misterio de Iker Jiménez.
-         ¿Cómo dices, Raquel? Siempre con tus bromas… respondí mientras escuchaba una risa nerviosa de mi amiga.
-         Pues porque me encanta Benedetti. Tanto que suelo proponerlo como lectura a mis alumnos y sé que parece una extraña coincidencia que recibas ese mensaje. Pero, es que ese genial uruguayo estuvo casado y su musa, a la que idolatraba, fue su esposa. Murió un poco antes que él y se llamaba como tú: LUZ. Se me quedó grabado su nombre. Recuerdo que cuando se casó con ella dijo “que casarse con alguien que lleva la luz y la alegría en su nombre parece una buena inversión”.  Su mujer se llamaba LUZ LOPEZ ALEGRÍA.

Luz, le suplicó que por favor viniese rápido a su casa, temía que el mensaje fuese algo más que una broma.



Francisco Rubio Yepes

12 diciembre 2019

PARÁSITOS: Parasitismo o simbiosis. Originalidad y espejo social.

Parásitos es una película desbordante y original. Ganadora de la última Palma de Oro, en
pugna con esa obra maestra que es Dolor y Gloria. Ambas películas triunfaron en Cannes y si no hay sorpresas una de ellas ganará el Óscar de la Academia a la mejor película extranjera.

Es un peliculón. Por la magistral combinación de lecturas. Tan diferente e inesperada, tan repleta de humor y de olor que no me extraña el tremendo éxito de Parásitos y ver que no resulta flor de un día, ya que las recomendaciones de los espectadores se multiplican por las redes sociales y el boca a  oreja. La claustrofóbica miseria  de una familia surcoreana se ve paliada por el acceso a la red Wifi de los vecinos de arriba: compartir esa conexión precaria, localizar la cobertura en su sótano alivia su existencia (San Wifi, dice el padre) y les contenta lo suficiente para sobrevivir. Curiosa forma de mostrarnos la dependencia que sufrimos de ese moderno cordón umbilical que es nuestro móvil, repleto de aplicaciones salvadoras para cualquier situación.


Al igual que si recurriese al aforismo estoico  de hacer de la necesidad virtud, otorga un ingenio magnífico a los miembros de esta familia para emerger del estrato más bajo que surge de la sociedad más desigualitaria del capitalismo extremo o turbocapitalismo. También recurre a las oportunidades que el azar brinda para salir de ese sótano maloliente de la pobreza. Sin olvidar, que la ingenuidad de los que son riquísimos no debe ser desaprovechada. También me sorprendió la cuidada banda sonora, donde me pareció escuchar este clásico italiano de los 60. Creo que es esta canción de Gianni Morandi: De rodillas ante ti.


El director Bong Joon-Ho nos muestra la ferocidad del mundo capitalista, incluso hay que recurrir a la zancadilla para lograr que otro pierda su empleo, si eso te beneficia. Y nos recuerda en alguna escena a la Viridiana de Buñuel, cuando los ricos se ausentan de su mansión hay que aprovechar todos sus manjares y comodidades. El director presenta la convivencia en una sociedad que te parece distópica pero es un reflejo contemporáneo, es un espejo de la encarnizada lucha por encajar en un nivel social soñado. No importa el método para conseguir acaparar, mediante una relación parasitaria, todos aquellos caprichos que promete el dinero.  En una entrevista reciente, el director coreano declaraba que "cuanto más extremo es el capitalismo, más extrema es la desigualdad".
La película, con sosiego, va presentando la pícara familia que lo ha perdido todo y que tiene que recurrir al engaño para que otra familia de clase muy alta los acepte como empleados. La sofisticación del poder adquisitivo, sus privilegios, sus remilgos y su ineptitud para realizar las labores domésticas los convierte en los verdaderos parásitos de los más humildes. La comedia sucede con agilidad y el espectador agradece y justifica cualquier estratagema encaminada al equilibrio social. Las risas del público son palpables, pero, los planes se truncan y como decía Woody Allen: "Si quieres contar un chiste a Dios, dile tus planes".  Los misterios ocultos aparecen y el desenlace inesperado y brutal transforma la sátira social de la película en la búsqueda de un código morse que nos permita seguir soñando, que nos pemita corregir la desproporcionada riqueza del 1%  frente a la pobreza del otro 99%, Y que una carta, termine siendo sólo una lista de deseos. Una carta de buenos deseos, ya que estamos en vísperas navideñas. Y que sean propicias para todos.





29 noviembre 2019

 LA CALUMNIA.

Recordando y disfrutando de una gran y amarga película. Como destrozar la vida de tres personas, por culpa de la calumnia de una arpía de 12 años y de una sociedad puritana y mezquina. Una revisión de su primera película, que se titulaba Esos tres.
El impresionante William Wyler capaz de esta joya o de Ben-Hur o de La heredera o Vacaciones en Roma u Horizontes de grandeza o Los mejores años de nuestra vida. Hasta Cómo robar un millón.

 

  El gran apagón. A las 12,32, del lunes 28 de abril, la incomunicación se extendió por todo el país. Los teléfonos dejaron de funcionar a...