25 julio 2006

Diferencia entre un adulto y un niño



Alguien dijo que la diferencia es que el niño no tiene dinero y el adulto sí.

La situación actual de muchos adolescentes muestra una creciente actitud epicúrea ante la vida.
Algunos se comportan con el llamado "síndrome de Peter Pan" o el miedo y la negativa a crecer. Evitan los problemas que les supone enfrentarse a responsabilidades.

Si nos ceñimos a los nacidos en la década de los 80 podemos obtener
el siguiente patrón de conducta por parte de los padres: Hay que tener una conducta lúdica con los menores, darles todas las oportunidades para que puedan disfrutar de todo aquello que los padres no tuvieron en su niñez.

Se les ha ofrecido toda clase de juegos y diversiones. La propia sociedad también ha contribuido a ello. Un ejemplo significativo es la puesta en marcha de toda clase de parques temáticos para la diversión de las familias.

Esta actitud lúdica de los padres ha favorecido que sus hijos perciban que lo más importante es divertirse y no preocuparse por las obligaciones que tendrán que afrontar de adultos.

Si nos fijamos en las preferencias para disfrutar de su ocio, nos encontramos que las formas de divertirse se centran en la organización de concentraciones y reuniones para escuchar música y ver películas (a las que fácilmente acceden a través de las descargas por internet) . El uso que hacen de internet es intensivo. Curiosean en busca de videos, canciones y películas. Se comunican a través de chats y se olvidan de muchas obligaciones ante la pantalla de ordenador.

A mediados de 1976, soñaba con la literatura, con la posibilidad de escribir historias, incluso poemas. Me apasionaba la lectura y en cuanto se me presentaba la oportunidad me compraban novelas.

Posteriormente, ya con casi veinte años se me cruzó la vida y los consejos de la familia para intentar "resolver tu vida".

El servicio militar "me quitó un año de juventud" y aparecieron las necesidades y la obligación de ganar dinero, los planes de matrimonio, el destino laboral. Estas encrucijadas de caminos suponen las distintas opciones que debemos elegir a lo largo de nuestra vida.

Pero nunca perdí el interés por la lectura. Mi máximo interés y consuelo.

De la literatura de Paul Auster, en su "Brooklin Follies", nacen algunas reflexiones sobre lo anteriormente citado.

2 comentarios:

V for Vendetta dijo...

Personalmente, creo que el supuesto Síndrome de Peter Pan lo provocan los padres. Como usted bien dice, los jóvenes tienen miedo a crecer, pero porque los padres les aplican un proteccionismo extremo. Es cierto que la generacion de los 80 vivió una INFANCIA con mayúsculas, pero porque también era una sociedad más comunitaria, menos peligrosa y más humana. Hoy en día la maquinaria sustituye la interacción y el sedentarismo está presente hasta en los andares. Pero eso ha sido posible por las permisiones de los padres.
Respecto a sus lecturas, confíe en que la gente todavía lee, no sea tan nihilista, no todo es negativo. Hoy en día se fomenta la lectura, pero habiendo más variedad que antaño, la gente prefiere lo cómodo o lo novedoso. Sabios mudos son los libros, sí, pero ver una película es más cómodo, porque da una imagen de la historia.
Mi frase de respuesta a su blog es una frase de Maria Montessori, y reza lo siguiente: EDUCAD A LOS PADRES Y NO SERÁ NECESARIO CASTIGAR A SUS HIJOS

Francisco Rubio Yepes dijo...

Efectivamente, es lo que señalo al mencionar la conducta lúdica que propugnan los padres. Su comentario es una ampliación de ese síndrome que los padres fomentan.

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