17 agosto 2009

¿Bromas de alcaldes?

Tal vez, no sea realidad, sino sólo ficción.
Pero algunos medios de comunicación se hacían eco de
algunas noticias sobre Bandos Municipales, que en su
afán de regular la convivencia, parecen un esperpento.
He aquí algunos de ellos:

Año 2005, la alcaldesa de la localidad malagueña de
Villanueva de Tapia, ante la negativa de la Delegación
de Salud de establecer en ese municipio un servicio
médico durante las 24 horas del día, prohibió a los
vecinos ponerse enfermos por la tarde, fines
de semana y festivos.

En 1999, el alcade de Lanjarón, ante los problemas
para ampliar el cementerio, publicó un bando
prohibiendo que ningún vecino se muriese.

En Illora, no contaban con depuradora y el bando municipal
sancionaría a quienes usasen el retrete o utilizasen
detergente en la lavadora.

En Torredonjimeno, se pretendía animar a los hombres a
colaborar en las tareas domésticas y se fijó un dia
a la semana como obligatorio para realizar las tareas
del hogar, bajo pena de multa de cinco euros, que
recaudaría una "patrulla femenina" de cuatro
mujeres voluntarias, no obstante, la multa sería
simbólica.

Dejando las curiosidades del exceso de celo de
algunos alcaldes debemos recordar que las normas
municipales, a veces, absurdas, no serían
necesarias si los ciudadanos nos comportásemos
con un mínimo de civismo y buenos modales.
Y podemos empezar, por ejemplo,
por reducir los ruidos (motos, tracas y
cánticos a ciertas horas).

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