17 julio 2011

Las normas de la casa de la sidra y la Selva Negra.

Paseando por los verdes parajes de la Selva Negra,
inundados de manzanos, recordé esta estupenda película.
El tema musical es idóneo para recorrer esos bosques
del sudoeste de Alemania.

De la película recuerdo como el previsto futuro para
el protagonista cambia de rumbo, como el curso de un rio,
cuando conoce a una joven que visita el orfanato
donde él vivía. También, como las normas escritas que
regulan la convivencia a veces se vuelven tan anacrónicas
que es difícil asumirlas.

La verde Alemania impresiona tanto por su paisaje como
por sus normas. Algunas son ejemplos a seguir, otras resultan
curiosas anécdotas. Como la señal de tráfico que pretende
evitar que se atropelle a ..., ¡las ranas!

Una semana viajando por esa región alemana merece la pena.
También volver a ver "Las normas de la casa de la sidra".
También se puede aprovechar la cercanía y cruzar la
frontera hasta Estrasburgo. La impresionante catedral rosada
nos obligará a elevar la mirada hasta el cielo. En su interior,
nos asombrará contemplar, el impresionante rosetón,
sus vidrieras y el curioso reloj astronómico, repleto de
marionetas que acompañan las horas, los años, los signos
del zodiaco e incluso, los eclipses.



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