22 septiembre 2007

El talón de Aquiles.

Tetis, madre de Aquiles, intentó hacer inmortal a su hijo sumergiéndole en la laguna Estigia.
Sin embargo, al sujetarlo por uno de sus tobillos, dejó el talón sin mojar y esto hizo que la inmortalidad le cubriera todo su cuerpo excepto el que sería su vulnerable talón.

La debilidad de Aquiles, su talón, está también presente en nosotros. La humanidad también presenta, al igual que Aquiles, su punto débil. Ese punto es buscado por los algunos individuos para obtener provecho de la debilidad de los demás.

Esas personas que se aprovechan de nuestro talón de Aquiles son manipuladoras. La manipulación la pueden lograr mediante diversos métodos.

A veces, con falsas promesas que aseguran beneficios y ventajas fáciles, a través de campañas publicitarias, por ejemplo. Otros abusos más hirientes a través de engaños y estafas.

En otros casos, la manipulación nace de nuestro interior, de las propias convicciones que nos nublan la visión de la realidad. Ocurre cuando estamos afectados por nuestros miedos y deseos.

Nuestro miedo puede reducirse y también podemos controlar nuestros deseos o vanidad. Pero será imposible eliminarlos totalmente. Para evitar, que los manipuladores obtengan ventaja de nuestro talón de Aquiles, debemos reflexionar y tomar decisiones calmadas, sin la impaciencia que en ocasiones nos domina por miedo o deseo.

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